Ni la expresidenta Bachelet. Ni el actual presidente Boric. Ni los dirigentes del Socialismo Democrático. Ni los dirigentes del Frente Amplio. Ni el comité central del Partido Comunista. Ni el más progresista de los analistas políticos. Casi nadie va a reconocer que la Rebelión Social-Electoral de octubre del año 2024 en Chile, le cobró dos millones 666 mil 845 votos a la CENTRO-IZQUIERDA NEOLIBERAL relegándola a un 27% del padrón electoral y ubicándola en el tercer lugar, el último.
¿Usted se pregunta de dónde sale la cifra de dos millones 666 mil 845 votos? En diciembre del año 2023, Bachelet junto a Boric enarbolaron las banderas de la CENTRO-IZQUIERDA acumulando un total de seis millones 881 mil 853 votos en contra de la propuesta de la constitución neoliberal de Kast-Matthei, un esfuerzo notable que representó un 45% del padrón, cifra muy respetable.
Sin embargo, en menos de un año, entre diciembre del año 2023 y octubre del año 2024, la misma dupla Bachelet-Boric perdió fuerza y vio reducida su adhesión porque el convocante fue un gobierno de CENTRO-IZQUIERDA en formato NEOLIBERAL, que logró sólo cuatro millones 215 mil ocho votos.
Entonces: seis millones 881 mil 853 votos (diciembre de 2023) menos cuatro millones 215 mil ocho votos (octubre de 2024) da una pérdida neta de dos millones 666 mil 845 votos.
Los cuatro millones 215 mil ocho votos de octubre del 2024 representan apenas un 27% del padrón, una baja de 18 puntos porcentuales con respecto al 45% del padrón que la CENTRO-IZQUIERDA había logrado en diciembre del año 2023. Un decrecimiento abismal, una derrota inmensa, que el gobierno ha minimizado y que ha sido incapaz de procesar.
Ni siquiera la oposición, le sacó provecho a esta pérdida de votos del oficialismo. Ni Rojo Edwards, ni Kaiser, ni Kast, ni Matthei se refirieron a ella. No fue titular de los medios de comunicación de masas de la burguesía. Ni de la CNN, ni de EMOL. Ni siquiera Tomás Mosciatti dijo una palabra al respecto. Porque SI SE DECÍA ESO había que reconocer también que la ultraderecha no había crecido, que inclusive, aunque mínimamente, había perdido votos. Eso no les convenía. Por eso callaron.
Fue una pérdida de dos millones 666 mil 845 votos en menos de un año. Una pérdida estrepitosa, que se explica porque la gestión del gobierno de Boric, de un presidente que fue electo como presidente antineoliberal, pero que ejerce como presidente neoliberal, es la gestión de un gobierno que ha estafado a sus electores.
LOS ELECTORES SE INDEMNIZARON NO VOTANDO POR LOS PARTIDOS QUE APOYAN A BORIC. SI EL GOBIERNO SIGUE SIENDO NEOLIBERAL, LA REBELIÓN SOCIAL-ELECTORAL CONTINUARÁ. EL NO VOTAR POR ELLOS CONTINUARÁ.

Se puede apreciar que el FRENTE AMPLIO tiene el 5% del padrón. Nótese que es un porcentaje muy bajo pues implica que el partido eje del gobierno perdió totalmente su arraigo popular. Eso también ocurre con el resto de los partidos.
El Partido Comunista, que es el “partido más popular del oficialismo”, solo tiene un 4% del padrón, un desarraigo total de los sectores populares.
Son porcentajes muy bajos que representan a un gobierno que así pende de un hilo muy delgado. El gobierno parece no darse cuenta de esta situación. Es un gobierno que evade la realidad, que niega sus propios errores, que carece de autocrítica. Si el gobierno persiste equivocándose de esta manera tan burda, la Rebelión Social-Electoral seguirá cobrándose en las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales de este año.-