En la comuna de Valparaíso, la derecha en el año 2020, con votación voluntaria, acumuló solo un 9% (25.405 votos) del padrón electoral, una de las cifras más bajas del país. Esto se combinó con una abstención, votos nulos y blancos que representaron un 49% (143.378 votos).
Sin embargo, en el año 2022, con el voto obligatorio, la derecha aumentó significativamente su votación, llegando al 39% (111.824 votos) del padrón. Esto fue gracias al «ciclón Republicano», que logró movilizar a aquellos votantes que en 2020 se habían abstenido o votado nulo/blanco, sumándolos a un electorado derechizado que rechazó la constitución de Boric con ese 39% (111.824 votos).
El ciclón Republicano en Valparaíso fue notable: la derecha pasó de un 9% en 2020 (voto voluntario) a un 39% en 2022 (voto obligatorio). Esta cifra fue más que suficiente para derrotar a la opción de aprobar la constitución de Boric, que representaba a la centro-izquierda, la cual alcanzó solo un 38% (110.326 votos), ganando por un estrecho margen. No obstante, la abstención, votos nulos y blancos bajaron a un 23% (24.687 votos), lo cual sigue siendo alto en comparación con otras comunas.
Para el año 2023, con voto obligatorio, la votación de la derecha, que apoyaba la constitución de Kast, se redujo a un 26% (74.393 votos), disminuyendo el impulso del ciclón Republicano. Lo más relevante es que la votación de la centro-izquierda aumentó aún más, alcanzando un 48% (135.505 votos). Sin embargo, un 26% (72.863 votos) sigue representando abstención, votos nulos y blancos, una cifra muy alta, sobre todo comparada con comunas como Pedro Aguirre Cerda. Esto refleja una debilidad en la gestión de la alcaldía de centro-izquierda independiente que gobierna Valparaíso.
A la fecha, en 2023, existe una tendencia favorable a la centro-izquierda en Valparaíso, que cuenta con un 48% (135.505 votos), con una reserva importante en ese 26% de abstención y votos nulos y blancos, siempre que se logre canalizar el apoyo hacia una candidatura «plenamente» de centro-izquierda independiente.
El panorama político ha empeorado en 2024. La crisis política en Valparaíso afecta directamente a la derecha, cuya votación podría ser inferior a los 74.393 votos obtenidos en diciembre de 2023, debido al desgaste por la corrupción y el abuso, y porque no presenta una opción independiente de derecha que logre canalizar el descontento de sus votantes.
Otro factor de desgaste para la derecha es que esta elección ha sido vista como una «primaria» para definir el liderazgo comunal, con cuatro opciones partidarias: Alexis Oliveros (Partido Social Cristiano), Juan Valenzuela (Partido de la Gente), Rafael González (Partido Republicano-Chile Vamos) y Marcela Figueroa (Amarillos). Todo apunta a que Rafael González liderará a la derecha.
El resultado de la centro-izquierda podría ser similar, levemente inferior o incluso superior a los 135.505 votos obtenidos, con la candidatura independiente de Carla Meyer, sucesora de Jorge Sharp. Ella deberá enfrentarse a Camila Nieto, quien representa a la centro-izquierda oficialista del Frente Amplio, a la cual se le asocia con casos de corrupción.
Carla Meyer tendrá que superar a Camila Nieto (centro-izquierda oficialista) y a Rafael González (Partido Republicano-Chile Vamos), obteniendo al menos un voto más que cualquiera de ellos para ganar.
El desafío de Carla Meyer, como una auténtica candidatura independiente, se resuelve formalmente al haber sido patrocinada por la ciudadanía ante el SERVEL, lo que demuestra que no está vinculada a ningún partido.
Durante la gestión de Sharp, se colocaron en puestos clave del aparato municipal a personas ligadas a los partidos que forman parte del gobierno de Boric, junto a ciudadanos sin experiencia partidaria. Se espera que la gestión de Meyer sea más independiente, con menos personas ligadas a partidos, marcando así una diferencia.
Para que cualquiera de los candidatos Meyer-Nieto-González gane, deberán reducir ese 26% (72.863 votos) de abstención, votos nulos y blancos. ¿Quién logrará captar a estos votantes? Rafael González representa la corrupción y abusos asociados a figuras como Cubillos y Chadwick; Camila Nieto está vinculada al caso Convenios; mientras que Carla Meyer, al estar menos ligada a la corrupción, deberá demostrar que es una genuina independiente.
Saludos,
Patricio Altamirano
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