El resultado de la votación de la segunda vuelta de gobernadores en la Región Metropolitana, es donde los intereses del clan Larraín están(La casta Larraín en la burguesía chilena1500-2013) más presente que en ninguna otra competencia, en este domingo 24 de noviembre, donde está en juego, la capacidad de dar mayor legitimación electoral, a un cuestionado proceso político chileno.
Recordemos que el clan Larraín impulsó el proyecto político de EVOPOLI(Ensayo los Larrain Matte, Evopoli y el Liberalismo represor), desde el año 2012, que fundó en el año 2016, siendo encarnada en Felipe Kast, y por los ex Ministro presidente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile (CNCA), Luciano Cruz-Coke y Roberto Ampuero. Este partido nace para superar a Chile Vamos, para modificar el neoliberalismo chileno, en base a reformas sociales que no cuestionen la desigualdad social.
EVOPOLI fue la expresión política del Clan Larraín, mientras Hernán Larraín Matte, fue un actor gravitante en ese partido, llegando a ser su presidente. A su vez, la productora Fabula, fue, y es, la expresión cinematográfica de ese clan, a través de los hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín Matte, que además fue impulsada por los Fondos Concursales, en los períodos de los ex ministros CNCA Cruz-Coke y Ampuero, siguiendo su vigencia hasta nuestros días.
Frente a la crisis política producto del Estallido Social del año 2019, que sacudió a todos los partidos, en el año 2020, Hernán Larraín Matte sugirió que todas las directivas de Chile Vamos debían renunciar, porque había que refundar la derecha de Chile, el único que renunció fue él. Posteriormente se potenció la candidatura presidencial de Ignacio Briones, la cual no tuvo arraigo popular. Finalmente, las posturas de Larraín Matte fueron derrotadas por Gloria Hutt Heise, quien gana la presidencia de EVOPOLI, en el año 2022. Dejando de ser EVOPOLI la expresión política del clan Larraín.
Es de manifiesto que desde el año 2012, el clan Larraín expresado en Bernardo Larraín Mattte y en Hernán Larraín Matte requieren construir una derecha que les dé estabilidad. Ellos no se sienten representados en Chile Vamos, ni en las opciones de José Antonio Kast, ni en las otras que han surgido. Esto hace que los Larraín Matte, y sus expresiones políticas han optado por abstenerse, votar nulo o blanco.
Recordemos que Ignacio Briones, candidato presidencial de EVOPOLI votó nulo en la segunda vuelta entre Kast y Boric(La tercera), desoyendo el llamado de EVOPOLI de votar por KAST, y pese a las críticas de Luciano Cruz-Coke (La tercera). Además, Pablo Larraín Matte financió y votó por Boric en primera y segunda vuelta (Chilevisión). Bernardo Larraín Matte sobre votar por Kast o por Boric en segunda vuelta indico que “esta contienda se trata de qué candidato logra movilizar a su coalición hacia un reformismo gradual”(La tercera) , eso lo cumplía más Boric que Kast, también pudo abstenerse, votar nulo o blanco. Con esto el Clan Larraín muestra una ductilidad táctica impresionante.
Bernardo Larraín Matte funda PIVOTES (Pivotes) en el año 2022, desde el cual plasma sus propuestas políticas, una de sus ideas básicas es que el “sistema político no funciona a la altura de lo que la gente quiere” (Pivotes), se requiere re-hacer todos los partidos, incluyendo los de derecha.
Como vemos hay serios problemas en la clase alta chilena son sus partidos, expresados en el Clan Larraín quien sabe que si la abstención, nulo o blanco logra un porcentaje significativo el 24 de noviembre, es porque ese electorado de manera inconsciente usa un histórico “allendismo-mirismo” fáctico, practica sin saberlo la política del extinto Movimiento Democrático Popular (1983-1987), es una acción ciudadana, sin partidos que la canalicen, produciendo una Rebelión electoral contra los dos Orrego.
El “allendismo-mirismo” fáctico rechaza simultáneamente a las ultraderechas que apoya a ORREGO GUTIERREZ y a la centro-izquierda neoliberal que apoya a ORREGO LARRAIN, optan por el camino de largo plazo de acumulación política propia, en base a protestas, movilizaciones, huelgas, etc.
Si gana el plebeyo ORREGO GUTIERREZ, se verá que la fuerza que tuvieron las ultraderechas de mantener su votación de primera vuelta, y de arrebatarle la votación de la centro-izquierda neoliberal. Sin embargo, para el clan Larraín además debe bajar la abstención, nulo o blanco, si esto no se da, será una victoria debilitada, con una crisis social a la orden del día.
Si gana el aristocrático ORREGO LARRAIN se verá la fuerza que tuvo la centro-izquierda neoliberal de mantener su votación de primera vuelta, y de arrebatarle votación a la izquierda y a las ultraderechas. Acá sigue siendo para el clan Larraín disminuir la abstención, nulo o blanco, para tener una victoria fortalecida, que derrote a las movilizaciones, y a las protestas.
Va ser electo un ORREGO, cualquiera de ellos, igual ganará el Clan Larraín, ganará la clase alta chilena, solo que puede ser una victoria pírrica, generando inestabilidad política, o una victoria fortalecida, dependiendo de la abstención, nulo o blanco.
Indaguemos en el trasfondo histórico-cultural.
Un Altamirano fue un castellano. Un Orrego fue un portugués. Un Larraín fue un vasco. Todos ellos fueron guerreros combatientes de los moros para recuperar Hispania, en ese proceso conquistaron tierras y bienes, pero que al ver limitada su capacidad de expansión por la hegemonía de la nobleza castellana, buscaron nuevas tierras en América.
Los Altamirano, Orrego y Larraín, no fueron integrantes de la nobleza castellana, portuguesa ni vasca. Fueron hidalgos, hombres-ricos, plebeyos que conquistaron, y colonizaron a América. Redujeron mediante la espada a los pueblos originarios de lo que será Chile, desde esa época forjando su tendencia de ultraderecha, que luego la continúan, por esto, históricamente los clanes oligárquico Altamirano, Orrego y Larraín, son leones sanguinarios, en toda generación, parafraseando a Violeta Parra. Esclavizaron a los pueblos originarios como indios “encomendados”. Saquearon sus tierras. Constituyeron una de las oligarquías más reaccionarias del planeta. Los Larraín constituyeron un mayorazgo en la Colonia, lograron la hegemonía económica en el Reino de Chile, manteniéndola hasta nuestros días, dejando en un rol secundario, en el plano económico, a los clanes Altamirano y Orrego.
La clase alta chilena en base a lazos endogámicos, casamientos entre parientes, mantuvieron entrelazamientos familiares al interior de la oligarquía, que derivó en una burguesía reaccionaria. Al mismo tiempo sus segmentos en degradación económica se volvieron cada vez más plebeyos, pasando algunos a integrar los sectores populares.
Pasemos a los Orrego.
De la familia de Juan de Orrego, que venía del pueblo portugués, devino en descendencia Antonio de Orrego y Ulloa, y de él don Nicolás de Orrego Avendaño, quien vivió en la ciudad de Quillota, de la actual región de Valparaíso, lo mismo hicieron Juan Francisco de Orrego Almonacid, hasta Marcos de Orrego y Pizarro.
Podemos recordar a José Vicente Orrego Hurtado (1773-1844) nacido en Quillota, que fuera sacerdote y diputado, se trasladó a Valparaíso, construyó una casona, luego en su cuadrante se construyó la Plaza Orrego, que luego paso a llamarse Plaza La Victoria. (Mapa.valpo)
José Vicente Orrego Hurtado tuvo de hermano a José Francisco, de él prosigue Antonio Orrego Garmendia quien fue un apicultor destacado, y productor de cera, tuvo una destacada participación Exposición Universal de París en 1867, en la Exposición Universal de Le Havre en 1869 y en las Exposiciones Nacionales Chilenas en 1868 y 1870.
Su descendiente Luis Orrego Luco (1866-1948) quien se traslada a vivir en Santiago, teniendo en la actualidad una plaza (Providencia), militó en el partido Radical, escribió la novela «Casa Grande» en el año 1908, donde “lo más conspicuo de la sociedad aristocrática santiaguina se vio retratado en esas páginas, que fueron interpretadas como una novela en clave” (Memoria Chilena), para la época fue un record de ventas. Orrego Luco fue criticado por la clase alta, esto acentuó en él sus rasgos progresistas. Pese a ello, él se casó con María Magdalena Vicuña Subercseaux, quien, también pertenecida a las castas oligárquicas, hija de Benjamín Vicuña Mackenna, un destacado progresista de la época. De este matrimonio devino Fernando Orrego Vicuña quien se casa con Raquel Vicuña Viel, quien tiene como ancestro a Enrique Vicuña Subercaseaux, donde se conecta nuevamente con el clan Vicuña, mostrando como los rasgos progresistas conviven con rasgos conservadores, al extremo de ser endogámicos.
Los hijos de Fernando Orrego Vicuña se casaron con representante de las familias oligárquicas de le época, los Errázuriz Gandarillas, Sánchez Edwards, Larraín Bunster, y los Bauzá González (Francisco Orrego Bauzá primo de Claudio Orrego)
Su hijo Claudio Benjamín Orrego Larraín estudió en el colegio católico Saint George’s College, un colegio de la clase alta de Santiago, donde se consolidan las redes que provienen de su padre Claudio Orrego Vicuña, quien fuera un ferviente seguidor de Frei Montalva, y diputado del Partido Demócrata Cristiano en el año 1973. También están las redes familiares de su madre Valentina Larraín Bunster, quien fue secretaria personal de Patricio Aylwin. Todos ellos fueron fervientes partidarios del Golpe militar.
Claudio Benjamín Orrego Larraín se cría en la «Casa Grande» de los Larraín, bajo la mano, de su madre Valentina Larraín Bunster, bajo la cultura de ese clan familiar. Claudio Orrego Larraín prosigue los rasgos progresistas de su padre, fue parte del Movimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo, más importante aún, su primera pareja fue la “plebleya” Francisca Morales, psicóloga, terapeuta familiar y de parejas, a quien conoce desde la época del Saint George’s, con quien tuvo 4 hijos, que implicó un giro familiar muy importante, porque escapo de las redes familiares oligárquicas, escapo de la vida que se describe en la novela Casa Grande, escrita por su pariente. Sin embargo, se separa, y vuelve al tronco histórico de la cultura Larraín, al emparejarse con la aristocrática Teresa Larraín Tagle, quien es cantante de temas espirituales, pero también se alejaron (13.cl).
Importante es recordar que Valentina Larraín Bunster, madre de Claudio Benjamín Orrego Larraín, proviene del clan Larraín, de este mismo clan proviene Carlos Larraín Peña quien tomará como pupilo político a Francisco Javier Orrego Gutiérrez, que ahora pasamos a indagar.
Francisco Javier Orrego Gutiérrez estudió en el exclusivo colegio Champagnat de Villa Alemana, donde estudia la clase alta provincial. De manera muy astuta Francisco Javier, ha preferido mantener en el anonimato el nombre y los apellidos de su padre, con cual no se puede precisar cuan plebeyo es él.
Francisco Javier indica que: “soy la primera generación de mi familia con un cartón universitario” (segreader.emol.cl). ¿Cuántos otros Orrego más habrá? Solo para que considere el actual Delegado Presidencial Provincial de Quillota, se llama José Raúl Orrego Ramírez, un Orrego más.
Francisco Javier Orrego Gutiérrez indica que nació en Valparaíso, que sus padres también provienen de ahí, con esto se conecta con la familia Orrego, que inicialmente se arraigada en Quillota, pasa a Valparaíso y culmina en Santiago, al mismo tiempo va gestando proceso de plebeyización de sus integrantes, dentro de ellos los Orrego Gutiérrez.
Esta cepa Orrego plebeya busca lazos con el clan Larraín, a través de Carlos Larraín Peña, quien además debió aplicar refinados filtros genealógicos y sociales para validar, y luego ahijar a Francisco Javier Orrego. Muy importante es considerar que Francisco Javier Orrego Gutiérrez es impulsado por el clan Larraín, y no por el clan Orrego.
Larraín Peña y Orrego Gutiérrez armaron una lista para dirigir Renovación Nacional, donde se complementaron al máximo, él sostiene sobre sí mismo: “suena contraintuitivo un “larrainista-conservador” que tiene ocho tatuajes en su cuerpo, pokemones incluidos. Es similar a los que no entienden cómo Tomás Vodanovic es frenteamplista y a la vez exalumno del colegio Cumbres (Legionario de Cristo)» (The Clinic).
Carlos Larraín Peña, al igual que Claudio Orrego Vicuña, y de Valentina Larraín Bunster fueron fervientes partidarios de la dictadura militar chilena, al igual que los padres de Francisco Javier Orrego Gutiérrez.
Esta elección de segunda vuelta entre Claudio Benjamín Orrego Larraín y Francisco Javier Orrego Gutiérrez, es una elección históricamente regresiva, que se resuelve al interior de las redes de Clan Larraín.
Hay una tensión entre el segmento dominante del Clan Larraín, representado en Bernardo y Herrán Larraín Matte, versus, los grupos subalternos, como el de Carlos Larraín Peña, y otro más. Que es la tensión entre dos tipos de Neoliberalismo, uno con, y otros sin reformas sociales. Uno con represión “focalizada” y otro con represión “generalizada”.
El objetivo para del segmento dominante del Clan Larraín, representados en los Larraín Matte, es reducir la abstención, nulo o blanco, es querer convocar más votantes, para que más personas validen que sus problemas se resuelven cada 4 años en las elecciones, y que dejen de practicar la política de acción directa, que implica buscar soluciones ahora, movilizándose y produciendo estallidos sociales locales y sectoriales.
Como vemos Bernardo Larraín Matte y en Hernán Larraín Matte siguen queriendo re-hacer un nuevo pacto de gobernabilidad, desde el año 2012, para eso requieren cambiar de raíz Chile Vamos, que todavía se aferra a un neoliberalismo sin reformas sociales, y a la vez derrotar a los partidos Republicano, Social Cristiano y al De la Gente que desean volver al neoliberalismo de Pinochet.
Bernardo Larraín Mattte y en Hernán Larraín Matte prefieren un neoliberalismo que entierre la subsidiaridad de Jaime Guzman Errazuriz, que combine neoliberalismo con reformas sociales, desde esta lógica estarían más cercano de Claudio Orrego Larraín, sin embargo, sería también muy coherente que podría abstenerse, votar nulo o blanco,
Para Bernardo Larraín Mattte y en Hernán Larraín Matte, no solo para ellos, sino para un sector importante de Chile Vamos, identifica a Francisco Orrego Gutiérrez con Republicano, Social Cristiano y De la Gente, más que con Renovación Nacional
Bernardo Larraín Matte y en Hernán Larraín Matte siempre estuvieron más cercanos a un Sebastián Piñera, que, a un Carlos Larraín Peña, por ende, muy alejados a Francisco Orrego Gutiérrez.